Descripción
Pocas experiencias a la vida son comparables al hecho de crear. Cuando de mis manos nace una nueva escultura, con toda la carga sentimental que el tiempo le ha ido añadiendo, es cómo si de repente se me hubiera concedido el privilegio de dar vida. Cada una de ellas tiene un porqué, una identidad y personalidad que me reafirman que no hay nada ni nadie que exista por casualidad.
La escultura me sirve como método de autoconocimiento sobre todo, una forma de saber qué es aquello que me inquieta y genera preguntas.